Hay
momentos en que se desea estar solo y otros, acompañado; tan buenos son los
unos como los otros y todos ellos necesarios.
Es
verdad que la mayoría de los momentos los pasamos acompañados, de nuestros
padres, familia, nuestra pareja, amigos, compañeros de colegio, instituto,
trabajo y de otras muchas personas que van pasando a lo largo de nuestros días.
Tal y como vivimos, la mayoría de las personas apenas tiene tiempo de estar
solas; muchas veces es necesario que nos acompañen, porque hay momentos
difíciles o porque hay momentos de celebración; pero en otros momentos
necesitamos estar solos, para relajarnos, para pensar, ver quě hacemos bien o
qué hacemos mal y así poder tomar decisiones más acertadas.
Dejemos
un espacio diario en que podamos estar solos; cada quién sabrá el tiempo y
espacio que necesita y qué hacer con él.
UN
ACOMPAÑADO ABRAZO
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