Estaremos
juntos por siempre. Qué gran mensaje, qué sencillas palabras, cuánta pasión y
buenos deseos hay en ellas. ¿Seremos capaces de llevarlas a buen fin?
Es
un honor el poder decir estas palabras y un gran orgullo para todas las
personas que las hayan podido cumplir. En mi casa tuve un vivo ejemplo de ello,
mis padres, con sus 88 y 78 años, aún terminaron juntos, vivieron solos y se daban
sus cariñitos hasta su partida. Un gran ejemplo para toda la familia que me
complace compartir y dar fe de su felicidad. Tuvieron sus momentos difíciles,
pero con cariño, esfuerzo, sacrificio y tesón me criaron, educaron y me
hicieron ver la grandeza de su amor. Gracias padres.
Ojalá
podamos ser nosotros un ejemplo así para todos los demás y que el amor
trascienda en cada uno de nosotros como
el primer día y para siempre.
UN
FRATERNAL ABRAZO