Ojalá que nunca se apague la llama de tu sonrisa...
Hay días que sin saber por qué todo nos parece gris y triste, pero al
igual que toda nube se disipa, también toda tristeza con el tiempo se
va. Nunca un día es tan corto como para no tener un instante de alegría;
puede que tengas muchos problemas o puede que no, puede que la vida no
te haya tratado como desearías o puede que sí, de cualquier manera,
siempre los días se componen de momentos y éstos nunca son iguales...
Si un día no es igual a otro y en cada día suceden mil acontecimientos ¿por qué no va existir un momento para sonreír?
UN ABRAZO SIEMPRE NOS ALEGRARÁ NUESTRO EXISTIR
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