Aprendiendo a perder, comencé a ganar...
Todo en esta vida es un juego, así pues ¡juega, pero con la alegría del jugar!
Unas
veces perderás y otras ganarás, eso siempre ha sido igual. Lo que te
puede diferenciar de los demás es la alegría del saber perder. Porque sí
pierdes para después ganar ¿qué has perdido? Y si ganas para después
perder ¿qué has ganado?
Todo estribará en lo que de la derrota seas
capaz de aprovechar; si sabes observar y tienes la capacidad de aprender
verás que, perdiendo, también se puede ganar...
DA SIEMPRE UN VICTORIOSO ABRAZO
No hay comentarios:
Publicar un comentario