Elegir bien las palabras antes de decirlas, es el mayor bien que se puede hacer a los demás.
Admiro a aquellas personas que saben hacer buen uso de sus palabras, quizás les admiré más por que a mi me resulta más difícil.
Cuanto daño podemos hacer, a la hora de hablar, el decir una u otra
palabra, todo lo cambia. Ya se que cuando uno tiene un mal momento, los
improperios son más fácil de decir; y hay personas, que se controlan
fácilmente o almenos eso parece.
Hoy, procuraré medir mis palabras antes de pronunciarlas. Esa será mi clase particular y todos los días la pondré en práctica.
UN SELECTIVO Y A LA VEZ SINCERO ABRAZO
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