No es cuestión de que pelees bien o mal, lo más
importante es llegar hasta el final y salir victorioso del combate.
Después de terminada la partida, con el tiempo, se olvida cómo se ganó.
Es así como muchos obtienen sus triunfos, sus partidos, sus
campeonatos; no importa la forma, ni si ganaron legalmente, a la gran
mayoría de los aficionados no les importa nada el juego que su equipo
hizo, ni si sus jugadores tienen buen comportamiento o no, en la batalla
todo vale y al final la historia sólo
se escribe con los ganadores, por los títulos obtenidos ¿Te suena todo
esto? Pues ésta es la gran realidad que día a día nos acontece.
Los aficionados sólo queremos celebrar títulos, ése es el cometido final.
Éstos son los principios de éxito que rigen en esta gran sociedad
llamada humanidad. Ganar por encima de todo, pese a quien pese, y a
costa de quien sea.
UN ABRAZO CON MERECIMIENTO
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