Hay personas que, por circunstancias, enferman o tienen algún accidente y después gracias a que han logrado salir victoriosos se ponen en disposición de ayudar a otras personas que pasan por algo parecido, este puede ser un propósito sin buscarlo, pero que, a buen seguro engrandece, a la persona que se presta a ello.
También puede llegarnos el propósito de nuestra vida cuando tenemos una revelación por cualquier vivencia nuestra o de otra persona.
En definitiva, sea cual sea, debemos agradecer el que podamos ser útiles a los demás y así sentiros realizados.
UN ABRAZO CON PROPÓSITO DE AYUDA
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