Nada nos puede hacer cambiar nuestra manera de
ser, pero sí podemos cambiar nuestra manera de actuar. Si cambiamos
nuestras acciones nuestro ser se adaptará, de tal forma y manera que, en
presencia, hasta perecerá que somos hasta mejores personas.
A veces
no es lo que eres, si no lo que aparentas ser, es lo que poco a poco
irá haciendo mella en tu ser y en ello te convertirás. No basta ser
honrado, hay que parecerlo; en la medida que actúas te vas contagiando,
puede que el cambio no sea perceptible o al menos en un corto plazo de
tiempo, pero seguramente tenderás a convertirte en aquello que te
propongas.
Siembra buenas acciones y tus hechos crecerán, así tu
forma de pensar también cambiará, con lo cual, llegarás a ser ese
encanto de persona con la que todos desean estar.
UN LIMPIO Y SINCERO ABRAZO
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