Puede que nuestras posesiones no sean ni
muy grandes, ni nos agraden mucho; pero nos han costado mucho obtenerlas y nos
da miedo perderlas, creyendo que no vamos a ser capaces de conseguirlas de
nuevo o de conseguir algo mejor. En ocasiones, es necesario perderlo todo para
obligarnos a movernos y a buscar algo mejor; no hay peor enemigo que la falsa
comodidad…
Desprenderse de todo aquello que no nos
gusta, cuesta mucho más que obtener otras. Es por eso que permanecemos, durante
largo tiempo, anclados a algo que no nos satisface para nada. Rompe tus amarras
y ábrete al mundo…
UN ABRAZO, COMO DESPEDIDA DE ALGO QUE
QUEREMOS DEJAR
No hay comentarios:
Publicar un comentario