¿Por qué no me acompañas en mí caminar? No
es preciso que hables ni que me mires, sólo acompáñame y deja que tu respirar
sea el mío y el mío, el tuyo.
Puede que estas frases parezcan un poema de
amor y, en cierto modo, así es; pero también es un sencillo acto de buena fe
hacia otra persona que, en ese instante, necesita de nuestra presencia. En la
sociedad actual, en la que nos ha tocado vivir, estamos bastante ausentes de
compañía; es posible que estemos con otra persona o con muchas y estemos cada
uno con su teléfono móvil, viviendo en otro lugar distinto al que estamos y ni
siquiera sintamos que los demás estén a nuestro lado.
Quizás deberíamos cuestionarnos tener un
tiempo para el mundo exterior y, otros momentos, para todas aquellas personas
que nos quieren, viven con nosotros y necesitan nuestra presencia, aunque sólo
sea para pasear o estar.
UN ABRAZO SINTIENDO QUE ESTÁN CON NOSOTROS
No hay comentarios:
Publicar un comentario