Todo en esta vida tiene un precio que tenemos que pagar si lo queremos obtener; da igual que quieras adquirir conocimientos o prepararte físicamente. Cuanto mayor sea el objetivo, mayor será el precio a pagar...
Muchas personas no están dispuestas a
esforzarse más de lo estrictamente necesario y, después, ven los logros que
otros han tenido y les da envidia; pero jamás les ves que pregunten cómo el
otro ha triunfado, eso sí, lamentarse y criticar, sin parar…
¡Vamos, no te lamentes tanto! mírate bien
¿crees que sólo vales para lo que estás haciendo o podías prosperar? Pregúntate
qué precio estás dispuesto a pagar y luego ya te llegará tu recompensa; nunca
lo hagas al revés…
UN BUEN ABRAZO, NO TIENE PRECIO
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