No vivas la vida de otros, bastante tienes
con vivir la tuya. Si te preocuparas más por vivir tu vida y, no te meterías
tanto en la de lo demás, tendrías más tiempo para ti y seguramente, disfrutarías
mejores momentos.
Muchas veces, nos ocupa más tiempo en cómo
viven los demás que, nuestro propio día a día, es como si lo nuestro no
importara nada, como que ya nuestra vida está encauzada y no precisa de
cuidados ni de mejoras, mientras que la de otras personas, sí que les
encontramos fallos e, incluso, nos atrevemos a decir lo que hacen mal como si
tuviéramos la solución; peor que llegado el caso, no tomamos cartas en el
asunto y les dejamos tal como estaban.
Preocupémonos, si así lo deseamos, por ver
cómo podemos ayudar a los demás y al mismo tiempo nos ayudaremos a nosotros
mismos, para vivir plenamente nuestro existir.
UN PARTICIPATIVO ABRAZO
No hay comentarios:
Publicar un comentario