No permitas que nadie condicione tu suerte,
porque a buen seguro que encontrarás a personas que no desean para nada que te
vaya bien, también hallarás a otras que sí querrán.
Todos estamos sometidos a la suerte que
otros nos imponen, de algún modo, desde pequeños ya nos condicionan para que
así sea. Seguramente que nuestros padres, educadores y amistades quieren lo
mejor para nosotros; lo que muchas veces no saben es lo que pensamos nosotros
sobre lo que ellos desean.
Si puedes librarte de que condicionen tu
suerte, hazlo, no lo permitas por más tiempo, o al menos no se lo permitas a
quien tú no desees. Te equivoques o no, elige siempre tu propia suerte y lucha
para que así sea.
UN ABRAZO, SIN CONDICIONAMIENTO ALGUNO
No hay comentarios:
Publicar un comentario