Alardeamos de libertad cuando en realidad
somos esclavos de cada acto. Alardeamos de estar en paz cuando en realidad
nuestra mente es un torbellino constante... Tanto alardear, más nos valdría
callar.
Nadie es libre ni de sus actos, aunque él
crea que sí lo es, ni de sus pensamientos, porque éstos ni siquiera los
escogemos, llegan a nosotros y le damos más o menos Abrazó poder, pero ahí están,
machacándonos sin cesar y, casi siempre, en lo que no deseamos.
¿Qué personas crees que son libres o se
pueden sentir libres? En la sociedad actual, sería difícil de decir, cada día
nos vemos sometidos a más obligaciones y a más ocupaciones por defender aquello
que con tanto esfuerzo hemos conseguido; yo diría que nos hemos hecho esclavos
de nuestras posesiones.
UN ABRAZO SIN ALARDE ALGUNO
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