Si
no sabes dónde ir, ni te muevas. Si no te puedes mover, ni vayas. Pero si sabes
dónde ir y te puedes mover ¿a qué esperas para moverte?
¡Vamos!
Es hora de ponerse en acción, de hacer lo que tienes que hacer, para ir a donde
quieres ir; no demores más tu partida. Sabes que todo lo bueno se hace esperar,
que requiere esfuerzo, decisión, trabajo y, sobre todo, tener el objetivo
claro, sin perderle la vista, siempre presente porque ese es tu motor, el que
te va a hacer mover. Sabes que puedes y, sin embargo, no te atreves, esperas a
que te empujen, a que te lo digan, a que te guíen; pero eres tú quien ha de dar
el primer paso; eres tú, quien tiene que andar el camino; puede que en
ocasiones te acompañe alguien, pero la mayoría de las veces tienes que ir sólo,
porque el resultado a obtener es tuyo y porque no siempre tendrás la ayuda que
deseas.
Coge
fuerzas, respira hondo, enfócate en la meta y comienza a caminar.
UN
ABRAZO PUEDE SER EL MEJOR REGALO QUE TE PUEDEN DAR
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