¡Hay
que ver cómo hemos cambiado! Parecía que nunca llegaríamos a estar como hoy
estamos y, espera, seguro que cambiaremos mucho más. Sólo tenemos que ver a
nuestros padres…
De
niños queremos ser mayores y de mayores queremos volver a ser niños. Así es el
principio y así vamos al final, pero mientras tanto, nuestro cuerpo cambia de
forma y medida y, nuestra mente ni siquiera imaginamos cómo va cambiando. Lo
que ahora pensamos al rato ya no nos vale y lo que pensamos de niños, en la
vejez se vuelve a pensar…
Luego
nos atrevemos a decir que, "si yo no he cambiado" ya, que te crees tú
eso, todos lo hacemos y tú no eres diferente. Cambiamos tanto, que miramos
fotos de hace años y ni nos reconocemos.
UN
ABRAZO, TAMBIÉN CAMBIA CONSTANTEMENTE
No hay comentarios:
Publicar un comentario