No
siempre se gana luchando, a veces hay que ceder para después ganar...
Muchas
veces nos enfrascamos en conversaciones, de las cuales queremos salir
victoriosos, creyendo que tenemos la razón de nuestra parte y, puede que
estemos en lo cierto, pero si no cedemos un poco, si no permitimos que el otro
tenga su parte de razón, es seguro que no ganaremos. Cualquier deporte que
practiquemos o cualquier asunto que negociemos, tenemos que retroceder para
defendernos y no permitir que nuestro adversario llegue a nuestro territorio,
por eso, el mejor ataque puede ser una buena defensa...
Nunca
te importe ceder, es mejor dar la razón que enemistarse...
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