No busques hostilidades,
porque las hallarás; busca amabilidades y también las encontrarás.
Hoy, por fin, me decidí,
cambié de traje. Cada día me ponía el mismo, pensaba que todas las personas
llevaban también el mismo traje que yo, el de las hostilidades, no había manera
de encontrarme con otro tipo de personas, todas me respondían igual, con hastío
y enfadados; su tristeza y malhumor se reflejaba por todas partes. Pero hoy, me
puse el de la alegría y el de la amabilidad y ¿sabes qué? también me encontré
con ese mismo traje por donde quisiera que fuera.
He decidido, ponerme siempre
este traje, me gusta, porque los demás los veo con el mismo y, sonrío. Mis días
han cambiado y ¿los tuyos ...?
UN ABRAZO CON MI NUEVO TRAJE
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