Tratamos de dejar siempre lo
mejor para el final ¡lástima, porque nunca sabremos cuándo nos llegará!
No hemos comenzado el viaje y
ya queremos llegar; llegamos y estamos pensando en acomodarnos, ir aquí o allá,
ver esto o aquello, siempre con prisas, no nos gusta esperar y constantemente
pensamos en el después como si el ahora no importara, como si lo que va a
llegar fuera mejor que lo que ya está y, así, paso a paso, sin apenas darnos
cuenta, sin disfrutar de nada, la vida se nos va.
Cuando ya teníamos para
comer, se nos fue el apetito; cuando teníamos dinero, ya no sabíamos en qué ni
para qué gastarlo, cuando teníamos tiempo libre no sabíamos cómo ocuparlo; sacrificamos
toda una vida para tener más y más, envejecer y no saber ni por qué ni para
qué.
Haz de tu viajar toda una
vida y no de tu vida un viaje sin más. Mira por la ventanilla y observa el
paisaje.
UN ABRAZO EN EL TIEMPO
No hay comentarios:
Publicar un comentario