No importa si las partidas se ganan o se
pierden, porque hay momentos que, perder una partida, es lo más grande que te
puede suceder, siempre y cuando ganes con ello una amistad.
Hace poco jugué un campeonato de ajedrez,
solidario con el Alzheimer, bonita experiencia y muy buena organización, pero
sobre todo, magnífico momento para entablar
relaciones con otras personas.
El campeonato se componía de nueve partidas
cada uno, lo cual te da oportunidad de entablar relación con los nueve
oponentes, es cierto que en el ajedrez mientras se juega no se habla, pero
siempre está el antes, con un saludo, presentándonos mutuamente y el después,
para despedirnos y poder conocernos más. Es ahí, donde puede surgir una nueva
amistad.
Aprovechemos cada partida que la vida nos
ofrezca, porque nunca sabremos cuál es la decisiva para poder crear lazos de
amistad. Gracias por participar.
UN SOLIDARIO ABRAZO
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