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domingo, 18 de agosto de 2013


DICHOSO DOMINGO
Aprobar conductas de otros.
¿Quién nos creemos que somos para buscar en los demás lo que hacen mal?
Si no somos capaces de aprobar nuestra propia conducta ¿por qué nos creemos en la obligación de hacerlo en los demás?
En ocasiones nuestros hijos se equivocan, y enseguida le reprobamos,les castigamos, pero no sería más justo analizar esa acción, ponernos en su lugar y decirles..." A mi también me sucedió algo paracido, cuenta conmigo, te voy a ayudar" esa es la mejor y más eficaz respuesta que les puedes dar; esto lo comento por propia experiencia, con el deseo de que a te sirva, si se te da el caso.
UN APROBADO ABRAZO