Algunas veces encuentras en la vida un amor especial,
ese alguien que al entrar en tu vida la cambia por completo. Ese alguien
que te hace reír sin cesar; ese alguien que te hace creer que en el
mundo existen realmente cosas buenas. Ese alguien que te convence de que
hay una puerta lista para que tú la abras…Pero siempre existen las
dudas de parte de ese amor especial, los hijos , los amigos y el entorno
colaboran para crearle más dudas… ¿Estás en un embrollo similar?
¿Lo has estado? Si no es así, no cantes victoria, porque cualquiera
puede involucrarse en una relación de éstas. Los indecisos afectivos
andan por la calle, rondan tu espacio vital y, por desgracia, es posible
que le gustes a más de uno. La premisa que debes incorporar a tu mente y
que luego operará como un factor de inmunidad es la siguiente: Si
alguien duda de que te ama, no te ama. Directo y a la cabeza. Que no me
vengan con cuentos: a los enamorados de verdad hay que frenarlos y no
empujarlos.
¿Acaso es aceptable que nos torturen sólo un poco? Hay
cuestiones donde los puntos medios son inadmisibles. No disculpes el
desamor del otro, no te digas: «Ya pasará, hoy está en su poco
negativo/a y mañana volverá a amarme...». Mi recomendación psicológica
es sencilla: cuando tu pareja «ni contigo, ni sin ti» entre en la fase
de antipatía y/o desprecio, hazte a un lado; no te quedes allí para
recibir el desprecio. Retírate, aíslate, demuestra que no estás
dispuesto /a a seguir en esas condiciones. A esta retirada estratégica
se la conoce como time out (tiempo fuera): salirse de la situación que
escapa a tu control para analizarla desde la distancia. Si lo haces y te
alejas, tu comportamiento hablará por ti, aunque no digas una palabra:
no acepto tus fluctuaciones afectivas, estás o no estás en lo esencial.
Tus dudas no son negociables para mí.
UN AMOROSO ABRAZO
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