Nace en mí la alegría de vivir cada amanecer ¿Por qué?
Piensa un poco y empieza a ver quién eres, cuánto te ha dado la vida y a
cuántas personas tienes que agradecer que hoy estés aquí.
Parece
que no tenemos nada que agradecer, parece que todo nos lo han dado
porque nos pertenecía, pero cuán equivocados estamos. Hubo más gente que
hizo por nosotros mucho más que nosotros mismos. Siempre hubo gente
entregada constantemente a nuestros cuidados, incluso, antes de que
naciéramos. Nuestros padres, para que nada nos faltara, nos dieron su
amor, nos dieron de comer, nos enseñaron y educaron, hicieron que
fuéramos buenas personas y responsables y, sin embargo, todo esto lo
pasamos por alto y apenas sabemos valorarlo. Hasta que un día nos
convertimos en padres y es ahí donde adquiere valor nuestros cuidado y
esmero.
No sólo nuestros padres nos cuidaron y mimaron, también hubo
muchas personas, familiares y amigos que, en todo momento, miraron por
nosotros para que nada nos faltara. Sí, no nos cansemos nunca de
agradecer, ese es nuestro deber
UN ENTRAÑABLE Y AGRADECIDO ABRAZO
No hay comentarios:
Publicar un comentario