En ocasiones creemos con facilidad en lo que
deseamos, pero pocas veces, perseveramos lo suficiente para que nuestros
deseos se hagan realidad…
Tener deseos está muy bien y desearlos
también, pero hacer lo necesario para que se cumplan, esto ya es harina
de otro costal, como decía mi padre, que para eso fue molinero.
Ahora bien el que nada desea ya lo tiene todo, pero realmente, si no
tienes deseos de algo o de alguien ¿qué te motiva continuar? Siempre
debemos de tener algún deseo, por
pequeños que nos parezcan, si estos sean fáciles de lograr, quizás nos
animen a ampliar nuestros deseos y hacerlos realidad…
Sé explícito con lo que deseas, actúa en consecuencia y, algún día, se te cumplirán…
UN ABRAZO CON MIS MEJORES DESEOS
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