Esperamos y esperamos, casi nunca nos cansamos de
esperar, pero muchas veces no sabemos ni lo que nos llegará. Nos
habíamos preparado para algo en concreto y, después, cansados de
esperar, nos pusimos a hacer lo que peor se nos daba hacer,
desaprovechando así gran parte de nuestras cualidades.
Así solemos
hacer, por no esperar nuestra oportunidad, nuestro momento para el que
nos hemos preparado profesionalmente, tomamos la primera oportunidad que
se nos presenta para comenzar nuestra
historia laboral. No digo que no podamos comenzar en algo que no es lo
nuestro, pero no debemos olvidar lo que de verdad queremos y esperar sin
impacientarnos, ya que llegará el momento que podamos desarrollar
nuestras habilidades.
No desesperes porque tarde en llegar lo que quieres, casi siempre, lo mejor se hace esperar, para después disfrutarlo más.
UN ABRAZO, AUNQUE PARA ELLO TENGAMOS QUE ESPERAR
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