Entre lo nuevo y lo viejo, muchas veces, preferimos
quedarnos con lo viejo, sencillamente, porque lo conocemos, por el apego
que le tenemos y los momentos buenos que tuvimos con ello; sin darnos
cuenta de que, con lo nuevo, también los podremos tener.
¿Qué nos
hace pensar que, con lo viejo, estaríamos mejor? Es cierto que lo
disfrutamos, que le cogimos cariño, pero ahí se quedó; ahora comenzamos
de nuevo, con nuestra vida, vamos a otra ciudad, otro trabajo, otro hogar, otros vehículos u objetos materiales que nos van a dar, seguro, muchos más momentos buenos.
No podemos aferrarnos ni a lo que fue ni a lo que tuvimos, eso estuvo
muy bien, pero debemos abrirnos a otro nuevo amanecer, con nuevos
proyectos, nuevas herramientas y nuevos objetivos que cumplir.
Recordemos lo viejo con cariño, pero abramos paso a lo nuevo.
UN ABRAZO SIEMPRE ES NUEVO
No hay comentarios:
Publicar un comentario