Nadie debe interferir en la educación que un padre le está dando a su hijo.
Quiero contarte un pequeño hecho que me sucedió hoy; estaban unos
padres con sus hijos en el bar, él de tres o cuatro años, David, jugaba
con unas cartas para niños y dejó por olvido dos, se las recogí y fui a
dárselas, el chico pensó que se las había quitado yo enfadándose, el
padre muy inteligente y con rapidez le dijo al chico que se disculpara
conmigo, podía haberle dicho que no tenía importancia y que le dejara,
pero preferí que el padre le diera una lección de humildad y de saber
pedir perdón a su hijo, al cual le costó pedir disculpas, pero al final
así lo hizo.
Solamente vengo a decir que debemos dejar que los padres hagan su labor, ellos conocen mejor que nadie a sus hijos.
UN EDUCADO ABRAZO
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