He observado que, cuanto más tiempo permanece una
persona en un mismo sitio, tanto peor es para él y para su empresa, es
como que se paraliza y se queda sin capacidad de innovar.
Es cierto
que con los años vamos perdiendo capacidades y también vamos
acomodándonos, con lo cual, lo de innovar se va quedando atrás, dando
paso a las nuevas generaciones; pero aunque esto sea así, siempre
tendremos alguna opción de innovar, ya sea en lo personal o en lo
social, podremos alimentar nuestra mente
leyendo más, viendo más cine o teatro; podremos comunicarnos con más
personas en más actos sociales o contribuir en la ayuda a los demás en
actos beneficios. La lista es larga, aún para los que se jubilan,
siempre pueden dar algo más, porque estos, con su saber y experiencia y
su tiempo libre; pueden contribuir y mucho.
No dejemos nunca que
nuestros pensamientos nos paralicen, demos siempre un paso más, quizás
haya alguien que necesite de nuestro abrazo.
UN ABRAZO SIEMPRE ES DISTINTO
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