Cuándo piensas que vas a ganar y pierdes ¡qué mal se pasa ! Pero cuando crees que puedes perder y ganas ¡qué satisfacción más grande!
Así son algunas sorpresas que la vida nos depara; muchas veces hacemos grandes esfuerzos para ganar y, los resultados no llegan, con lo cual nos desesperamos, llegando a perder más de lo que esperábamos. Otras veces, sin saber ni cómo ni por qué, recibimos ganancias que para nada esperábamos.
Como quiera que sea, si algo bueno llega a ti y nte has tengas do que esforzarte, agradécelo y, si por el contrario, algo malo llega, aguanta, porque seguramente ya te falta menos para ganar.
UN ABRAZO GANADOR, TANTO SI GANAS COMO SI PIERDES
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