La desgracia de los ricos, es el consuelo de los pobres y, a veces, la alegría.
Nunca vi a ningún rico que se alegrará de la desgracia ajena, ni que hablara mal de los que no tienen dinero o de los que pasan apuros ; más bien todo lo contrario. Siempre escuché y con bastante frecuencia "que se joda el jefe, que ese tiene dinero". Por lo visto, tener dinero es sinónimo de ser malo de ser un ladrón o de vete tú a saber, que improperios más.
¡Hay mundo cruel, que a los que tienen algo, se les maldice y a los que no tienen nada o poco, se les colma de elogios y se les trata de humildes!
Valoremos a las personas por lo que son, por lo que ayudan o por lo que aportan a la sociedad y no critiquemos tanto, sin conocer bien a quién le hacemos la crítica.
UN RICO ABRAZO
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