Todos, en algún momento, tenemos afán de
protagonismo; de hecho, todos somos protagonistas de nuestra vida.
Lo creas o no, tú diriges tus actos y con
ellos determinas tu vida. Eres el actor principal y no te lo acabas de creer,
después de ti no hay nada, sólo quedarán las buenas o malas acciones y,
probablemente, para la primera o la segunda generación, después no existirá
nada de ti. Si esto lo tienes claro, empieza a usar tu protagonismo e impón tu
personalidad.
No dejes que otros se hagan cargo de tu
papel principal, ese tren te pertenece por derecho propio. Utilízalo a tu favor
. No lo olvides: eres, has sido y serás el actor principal.
UN PROTAGONISTA ABRAZO
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