Dentro de nuestro círculo de amistades,
todos somos famosos. Entiéndase por fama, lo importante que son nuestros
familiares y amigos y lo que podemos ser para ellos.
Lo mejor de la fama no es la cantidad de
personas que te siguen, sino la cantidad que te apoya y que te ayuda cuando lo
precises. Ésta es la fama que debemos perseguir, la de nuestros buenos
semejante, la de las personas comunes a nuestros actos, la de la entrega total,
la que no se esconde ni se arruga y va contigo cuando lo precisas.
Agradezcamos, siempre, a aquellas personas
que van día a día con nosotros o que, en esos momentos difíciles, siempre
aparecen. Ésa es la auténtica fama.
UN ABRAZO, SEAS FAMOSO O NO LO SEAS
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