El
deber te llama. No está mal, pero ¿cuál es tu deber, el que tú te has impuesto
o el que te imponen? Sea cualquiera que sea, con ambos has de cumplir.
No
sirve de nada ponerte unas tareas, una dieta, quitar algún vicio, si después no
cumples con lo que te has impuesto; o si o no, pero nunca a medias. Normalmente
para que algo funcione hay que empezar y después seguir y cumplir lo contratado
hasta su finalización, no queda otra; quien sólo prueba nunca obtendrá lo
deseado.
Que
nos cueste cumplir con el deber impuesto a todos los ciudadanos, no quiere
decir que no lo tengamos que hacer; pero esos deberes que tú, y solo tú, te has
puesto, esos son los más importantes y para algo te los pusiste.
Respeta
tus decisiones, ese es tu deber y tu obligación.
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