No
vayas tan deprisa, no te puedo seguir; no vayas tan lento, porque me
adelantaré; vayamos los dos al mismo paso y así llegaremos a la vez.
Ya
sé que no es fácil caminar los dos al mismo paso, pero al menos mientras
podamos, hagámoslo; ya que será mucho mejor para ambos, nos cansaremos menos,
caminaremos más, el viaje será más llevadero y lo disfrutaremos más.
Cierto
es que tendremos que andar muchas veces nuestro camino solos, pero tampoco nos
viene nada mal, porque ello nos dará los momentos necesarios para reflexionar,
planificar y después continuar.
Si
alguien te pide que lo acompañes, no lo dudes ni siquiera un instante, puede
que tú no veas esa necesidad, pero para esa persona, en ese preciso instante,
eres el más importante. Ayúdale en su caminar.
DÉMONOS
UN ABRAZO A LA VEZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario