Muchas veces piensan ilusamente que si se entregan en “cuerpo y alma” se están asegurando una relación duradera y a lo mejor para toda la vida y muy pronto se dan cuenta que quien se pensó podría ser la pareja ideal, tomó su cuerpo, pero se olvidó del alma.
¿Será que los hombres sólo buscan eso…
cuerpos sin alma?
El problema no es que tome el cuerpo que se le entrega con amor, el problema es:

El problema para la mujer no esta en haberse entregado, el problema es que cuando la dejan abandonada, ¿a cuántos más tendrá que entregar su cuerpo y su alma, antes de encontrar al príncipe azul que la rescate, que la quite de esa soledad que la empuja a equivocarse, que le de ese verdadero amor que erróneamente busca en personas que prometen y no cumplen?
Si por lo menos analizáramos que muchas veces una persona a los pocos días de conocer a una potencial pareja ya le esta diciendo “te amo” en la ilusión de ser amada, no hace un alto para pensar que el amor es un proceso que nace si, pero hay que alimentarlo con detalles y atenciones mutuas, ¿Cómo se puede amar a alguien que hasta hacia una semana no conocías?
Muchas mujeres no se toman su tiempo para conocerse a fondo para luego pasar a otra etapa de la relación, para “atrapar” a un hombre usan las armas de la seducción,

En estos tiempos modernos en que el sexo se ha vuelto una práctica casi libre en hombres y mujeres no hay un momento de reflexión para discernir qué es lo que se desea hacer, o si se hace pensando que es la única manera de retener a un hombre, sin importar caer en la promiscuidad, perdiendo los valores de moralidad y buen juicio.
El corazón de mujer es frágil, es generoso pero lo ofrece y lo da de gratis, no le da tiempo al hombre a que lo aquilate, no le da tiempo al hombre a que lo conquiste, se da por sentado que si se le da la máxima “prueba de amor” lo tiene “asegurado” no piensan por un momento que “pájaro que comió voló” y muy difícil vuelve a donde ya no hay nada nuevo, al menos para él, y nos quedamos esperando al próximo.
¿Hasta cuando mujer? ¿No te das cuenta que posees lo que para la mujer debe ser lo más sagrado como lo es tu propio cuerpo, para ofrecerlo y entregarlo como si no valiera nada?

No podemos, no debemos poner nuestra reputación en peligro, porque una vez perdida, es muy difícil recuperarla, aunque nadie más que tú sepas que tienes o que has tenido más de una pareja antes de encontrar el verdadero amor. Lo sabes tú y eso es suficiente para arrepentirte más tarde por haber caído en la promiscuidad y por haber permitido que se burlaran de tus sentimientos.
Pensemos un momento que el sostener relaciones con más de una pareja (aunque no al mismo tiempo), nos coloca en la categoría de promiscuas.
Es injusto, pero sabemos que a la mujer se le juzga de una manera muy drástica e implacable, se le llama con nombres despectivos, mientras tanto al hombre que comete las mismas faltas, se le llama con nombres que según ellos, los hace mas “machos” mujer, no le permitas al hombre ser: “El cabrón que consigue siempre lo que quiere” no seas tú, la mujer ligera o libertina que alimente su ego machista.

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