Parece que nada cambia, que
todo perdura en el tiempo, sin embargo, todo cambia, se trasforma y adquiere
otra dimensión.
La vida es un constante cambio; muchos de los
cuales, ni los percibimos, pero si echamos la vista atrás, pasados unos años,
vemos que todo a nuestro alrededor cambió y, por supuesto, nosotros también; no
sólo físicamente, también nuestra forma de pensar no es la misma a los 20 años
que a los 40, a los 60 años que los 80, por fijar alguna fecha, donde los
cambios se ven mejor.
Todo es tan cambiante, que incluso, lo que
ahora pensamos, al rato puede que pensemos algo totalmente diferente.
Acepta los cambios, lo mejor que puedas y tu
existencia, será más llevadera y feliz.
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