No podemos salir al campo de batalla con dudas, quienes dudan ya han perdido; hay que salir a por todas, a partirse el alma si hace falta. Quienes no confían en sus posibilidades, dejan una puerta abierta para que el adversario le venza.
Todo esfuerzo tiene su recompensa, siempre y cuando se haga lo necesario para que los resultados se den. Una actitud ganadora, desde el principio a fin, es lo que en muchos casos determina la victoria final.
Miremos hacia adelante y seamos conscientes de que podemos ganar, esto ya es un punto a nuestro favor.
UN ABRAZO SIN TREGUA
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