Todo tiene su principio y su fin, quizá, no podamos
elegir ni lo uno ni lo otro; pero como quiera que sea, unos serán más
alegres que otros.
Es cierto que, cuando nacemos, no podemos elegir
ese principio a la vida, ni los padres, ni el lugar, ni nada; pero poco a
poco sí que podemos y de hecho lo hacemos constantemente. Unas veces
tenemos buen comienzo y todo va sobre ruedas; otras, no suele ser así y
todo parece ir en contra y no nos permite ni continuar.
Por otro
lado, siempre que hay un principio hay un final. Unos, podemos
pronosticarlos y saber cómo van a terminar, otros nos cogen por sorpresa
y tenemos que aceptarlos lo mejor que podamos. Pero nunca olvides que
siempre que hay un final, hay un comenzar que nos aportará alegría y
felicidad.
Con otros finales nos tocará llorar y resignarnos , porque es una ley natural.
UN ABRAZO ESPERANDO NO SEA EL DEL FINAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario