Ya no queda nada de qué hablar ¿cómo puedes decir eso?
Siempre, por muy mal que se dé una situación, siempre habrá algo de lo
que podamos hablar.
Es cierto que hay relaciones que fracasan, tanto
familiares como de amistad, pero aun así, siempre nos quedará una
última palabra por decir. Puede que esas palabras nunca las lleguemos a
pronunciar, no obstante, sí que las podremos decir en silencio; no es
tan importante que nos escuchen, porque quizá, en silencio, digamos
más de lo que nos atreveríamos en persona y estas palabra, ten por
seguro, que de algún modo, la persona en cuestión , las escuchará.
Pide perdón, si crees que te equivocaste, quizá heriste con tus palabras
a la persona menos indicada y a la que más querias, aun así,
discúlpate. Nada engrandece más como el valor del arrepentimiento con
todas sus consecuencias.
UN BUEN ABRAZO, TAMBIÉN ES UN ACTO DE PERDONAR SIN HABLAR.
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