Sólo los más poderosos tienen el triunfo final.
Hoy vi un documental en el que dos bisontes machos, los más fuertes de
la manada, luchaban con tesón y dureza por alzarse con la victoria, para
quedar uno solamente. Los humanos no somos tan diferentes a los
animales. Luchamos sin cesar, por un puesto de trabajo, por una
relación, por estar más en forma y poder competir; unas veces por
superar a los demás, otras por nuestra propia superación y satisfacción;
pero siempre, en lucha. A veces es tal la lucha que vamos de las
palabras a las manos; avergonzándonos, eso sí, después de haber caído en
la bajeza de la pelea.
No actúes como la animales, utiliza tu intelecto y actúa contra cualquier ofensa con valor, sin caer en llegar a pelearte.
UN ABRAZO COMO ACTO DE NOBLEZA, ES LA MEJOR CONTESTACIÓN A LA PROVOCACIÓN
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