La vida nos dirá los pasos a
seguir, pero prestemos atención, porque quizás, cuando recibamos los mensajes
ya no podamos caminar.
Hagamos caso de las señales
que nos van llegando, no podemos circular sin respetar ciertas normas, porque
en pocos minutos provocaríamos tal caos que sería difícil de continuar. Cada
quien debe seguir su dirección, dejando a los que van más deprisa que nos
adelanten y los que van más despacio que se queden atrás. Todos tenemos nuestro
propio tiempo, el cómo lo invirtamos decidirá nuestra posición.
Sea lo que sea que el futuro
nos depare, no olvidemos nuestro punto de partida y sigamos el camino, que
hemos de emprender, dando el primer paso y respetando a los demás.
DEMOS EL SIGUIENTE ABRAZO,
COMO SI FUESE EL PRIMERO
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