De todo hay en la viña del señor. Hay quien hace
mal a sabiendas de que no obtiene ningún beneficio, sólo por hacer daño.
Otros hacen mal buscando su propio beneficio y los hay que hacen mal
sin saber ni siquiera por qué lo hacen.
Que le vamos a hacer nadie
es perfecto, pero dentro de nuestra imperfección, sí que sí lo somos o
procuramos serlo. Si hacemos algún mal, a sabiendas, queremos que sea lo
peor posible, simplemente, por hacer más daño. Si hacemos mal,
para obtener beneficios, también miramos a provocar el mayor desastre,
para sacar el máximo provecho. Por último, si no somos consciente del
mal que hacemos a otros, tampoco lo reflexionamos infantes ni después,
es como decir... ¡qué les den, no me importa nada!
¿A dónde queremos
ir así? Si sabemos que todo es recíproco, tengamos cuidado, porque lo
que deseemos al vecino eso será lo que nos venga de camino.
UN ABRAZO FUERA DE TODO MAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario