Hablamos y hablamos sin parar; eso está bien para
comunicarnos; pero realmente ¿decimos algo importante, que sea
interesante para nuestros interlocutores o por el contrario, nos
repetimos hasta la saciedad ?
Creo que la gran mayoría de las
veces, contamos las mismas historias, los mismos hechos o anécdotas, a
las mismas personas; entre otras cosas, lo hacemos porque ellos también
lo hacen y, posiblemente, nuestro círculo de amistades o conocidos, sea
siempre el mismo y bastante reducido.
¡Qué le vamos a hacer ! así
somos y, probablemente, así seguiremos siendo, menos mal que quien nos
conoce, ya nos soporta y sólo piensa en que nos va a contestar.
UN ABRAZO, YA SABES COMO...
No hay comentarios:
Publicar un comentario