Cada persona es un mundo. Es cierto que todos somos
únicos e irrepetibles, al menos por ahora; pero dentro de esta
exclusividad, en esencia, somos iguales.
Básicamente, tenemos las
mismas necesidades y los mismos deseos, aunque no los mismos gustos.
Todos, necesitamos alimentarnos, asearnos y cuidar nuestro físico;
todos, queremos vivir mejor, ganar más, trabajar menos y disfrutar más
de nuestro tiempo libre, de nuestros amigos y familiares.
Así somos
en esencia y así seguiremos siendo; pero dentro de esta igualdad, todos
somos diferentes en pensamientos, en actos y en gustos; aquí estriba la
gran diferencia y lo que nos hace ser únicos y sin igual. Agradezcamos
nuestras diferencias, porque estas son las que hacen que seamos
competitivos y a la vez, engrandecen nuestro ser.
UN SIN IGUAL ABRAZO
No hay comentarios:
Publicar un comentario