Descubre tus defectos y tus virtudes y observarás que tienes más virtudes de las que imaginabas.
Todos tenemos nuestros defectos, pero estos se pueden corregir; pero también tenemos nuestras virtudes y éstas, superan con creces a los defectos. El problema reside, en que los defectos se ven con más facilidad, mientras que las virtudes las tenemos que buscar y creernos que las tenemos.
Es más fácil criticar que alabar; con la crítica no ganamos nada, pero aún así, somos mas dados a ello, a veces, buscamos defectos donde no los hay, muchas veces lo hacemos por esconder los nuestros.
No nos engañemos más, somos mejores de lo que creemos y sino, pregúntaselo a los demás; pídeles que te digan alguna virtud tuya y vete anotándola.
UN VIRTUOSO ABRAZO
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