Muchas personas, sobre todo a una avanzada edad, van de víctimas por la vida, haciendo que los demás se interesen por ellas porque así les resulta más cómodo y al mismo tiempo, piensan que son más valoradas, pero esto tiene sus inconvenientes, ya que pasan a depender de los demás y ni siquiera lo que hagan tiene el más mínimo valor y, apenas, se les tomará en consideración.
Seguramente, la gran mayoría, pasemos a ser una carga difícil de soportar; pero hoy como hijos, mañana como padres y después como abuelos, por todo ello pasaremos, y buscaremos el cariño de los nuestros, aunque, para ello tengamos que llamar la atención, al igual que un niño pequeño la llama con sus llantos.
Seamos pacientes y considerados porque cuando menos cuenta nos demos, ahí estaremos.
UN COMPLACIENTE ABRAZO
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