Translate

sábado, 18 de mayo de 2013

Pasamos la vida justificándonos y explicándonos como si tuviéramos que ser perfectos cuando no lo somos, y creo que los años sirven para asumir que somos un conglomerado de defectos y virtudes sin que pueda establecerse una división clara entre ambas cosas porque todo es muy relativo. Somos nosotros mismos, perfectamente imperfectos y tampoco hay que pretender ser nada más. La vida a fin de cuentas es armonía de contrarios y nuestra parte buena no existiría sin la mala, querer ser lo que no se es, es en realidad lo único absurdo. Ser quienes somos es nuestra única libertad, ya lo decía Gabriel Celaya:
Porque vivimos a golpes,
porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno...

No hay comentarios:

Publicar un comentario