FELIZ DOMINGO

No esperes a que otros cambien para que tus circunstancias mejoren.
Esto casi nunca sucederá, aunque creemos y confiamos en que así sea.
Pensamos así porque a veces nos sentimos incapaces de hacer lo que tenemos que hacer y creemos que los demás vendrán a nuestra ayuda, a rescatarnos, a orientarnos y dirigirnos para que mejoremos; y créeme, lo que tú no seas a capaz de hacer, otros no lo harán por ti. Es más, si lo hicieran, tampoco te sentirías ni a gusto ni realizado.
Así pues, amigo mío, despierta de tu letargo y comienza a hacer lo que tienes que hacer, es tú deber.
UN INESPERADO ABRAZO