Muchos esperan a que un golpe de suerte y fortuna les cambie su vida y, aunque ese golpe de suerte les llegara, a la gran mayoría que les llegó, al poco tiempo se les fue, no habían aprendido a ganarlo y, lo que llega fácilmente, se evapora enseguida; es como el agua de una tormenta que llueve torrencialmente, pero no empapa. No se puede estar sentado esperando que algo grande nos vaya a suceder, ni siquiera el hecho de moverte te garantiza que vayas a tener éxito, pero si te mueves habrás andado un camino que seguramente te enriquecerá como persona y ese puede ser el mejor de los destinos...
Sigue adelante, no te detengas, el camino puede ser largo y cuesta arriba; pero lo que se adquiere con esfuerzo y tesón, a la larga, será más gratificante y de más valor...
UN ABRAZO SIEMPRE TE ESTARÁ ESPERANDO
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