A veces creemos que está todo hecho, por lo
que nos han dicho, pero cuando vamos y lo comprobamos, resulta que estaba todo
por hacer o a medias.
¿Cuántas veces confiamos alguna tarea a
alguien creyendo que la va a realizar bien y pronto y cuando queremos darnos
cuenta, ni siquiera se ha hecho? No digo que no tengamos que delegar, debemos
de hacerlo siempre que nos dé confianza y cuanto más frecuentemente o hagamos,
mejor nos puede ir, pero hay veces que, lo mejores es hacerlo uno y así
ahorramos tiempo y nos aseguramos que se realice lo que queríamos.
Es verdad que debemos confiar en los actos
de los demás, pero ante todo, deja un espacio para la duda, porque, a veces, ni
tú mismo harás la tarea como la quisieras hacer.
UN ABRAZO DALO SIN DUDAR
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